martes, 25 de agosto de 2009

Nueva estrategia del Municipio de Guayaquil para desalojar a comerciantes informales

Antes de iniciar esta nota, es importante presentar las disculpas respectivas por omitir nombres en la publicación, pero todos los entrevistados prefieren mantener el anonimato. En el caso de los comerciantes, por miedo a las represalias de las autoridades, y en el de los trabajadores del Municipio por temor a perder su trabajo. Dicho esto, iniciamos.


El operativo en el que se clausuraron a más de 400 locales comerciales ubicados en un sector del centro de la ciudad [entre las avenidas Pedro Moncayo y Pío Montúfar], se realizó el pasado lunes 17 de agosto a las 23h00, según un delegado del Departamento de Justicia y Vigilancia del Municipio de Guayaquil.

La versión oficial afirma que los locales fueron clausurados porque no tenían los permisos necesarios para su funcionamiento, y por no cumplir con ciertas normas (ver acá). Sin embargo, el problema no parece ser ese.

"Yo tengo todos los papeles al día, pero aún así me clausuraron y me hicieron pagar 100 dólares de multa" comenta un comerciante que cuenta con un local en Pedro Moncayo y Sucre, quien además agrega: "cuando pregunté allá en el Municipio, me dijeron que era por permitir que los comerciantes informales se pongan en la vereda afuera de mi local, pero yo no tengo ninguna conexión con ellos".

Una empleada de otro local donde se venden abastos, nos cuenta que cuando llegó a trabajar el día martes se encontró con que el local estaba clausurado, además afirma que días antes de la clausura, el Municipio hizo un censo verificando si contaban con los permisos respectivos, información que fue confirmada por el delegado de Justicia y Vigilancia del Municipio de Guayaquil.

Al consultar al delegado del Departamento de Justicia y Vigilancia sobre todo este operativo, y de la razón por la cual se han clausurado locales que cumplían con todos los permisos, el funcionario dijo: "yo censé a cuatro locales y si tenían permisos, pero igual se cerraron a todos, porque el objetivo es acabar con todos los comerciantes informales y los cachineros, tuvieran o no relación con ellos [formales]".

Para levantar el sello de clausura y seguir trabajando, se tuvo que pagar entre 100 y 150 dólares de multa, y suscribir un acta de compromiso, donde se comprometían a tener los papeles al día y a no permitir que los comerciantes informales se pongan fuera de sus locales.


La policía metropolitana ha sido cuestionada muchas veces por su modo de operar (ver acá), a la hora de desalojar a los comerciantes informales. Consecuentemente, ahora la disputa ya no será entre ellos, sino de formales contra informales. Al cancelar el monto por la reapertura,  se hizo comprometer a los dueños de los establecimientos a no permitir el comercio informal en las afueras de su sector, a riesgo de ser clausurados nuevamente y pagar otra multa (ver acá).

Las reacciones, al conversar con los dueños de los locales clausurados, fueron evidentes. No permitirán que ningún comerciante informal intente instalarse en las afueras de su sector a vender su mercadería, ya que "por su culpa pagamos todos". Al respecto el dueño de un local nos comenta, "hoy en la mañana se puso aquí un tipo a vender, yo le dije que se vaya porque no estoy dispuesto a pagar una multa porque ellos estén ahi, y lo amenacé con llamar a los policías", lo que le trajo como respuesta una amenaza y una serie de insultos.


Desde las expresiones coloquiales de la Policía Metropolitana referente a los informales, se puede conocer su perspectiva frente al comercio informal. "Ahora los cachineros se tomaron unas cuadras más atrás", afirmaba un grupo de metropolitanos. Como si se tratase de un grupo de criminales, los informales ahora se toman un sector determinado para comerciar.

***
Fuera de nota: Recuerden la última película de Batman (The Dark Knight). En una parte, el villano -el guasón- logra que los habitantes de la ciudad ocupen dos barcos, dentro del los cuales había un botón que, al presionarlo, hacían explotar al otro barco. Tenían un límite de tiempo para que  alguno de ellos aplaste el botón (hasta que el reloj marque las 12:00), caso contrario explotarían ambos barcos. (Video de parte de esta trama aquí y si quieren ver la trama completa acá, pongan en la línea del tiempo desde el minuto 120).  ¡Qué manera de enfrentar a los ciudadanos!, Pero no solo en Gótica se enfrentaban a los ciudadanos, en Guayaquil se está haciendo algo similar al obligar a los  comericantes formales a sacar a los informales que se ubiquen a trabajar en las afueras de sus locales.



-Información adicional publicada en medios al respecto del suceso: El Universo, El Telégrafo y El Comercio.


*Créditos: Imágen de clausura: Diario El Telégrafo. Imágen de cuatro Policias Metropolitanos golpeando salvajemente a un comerciante (aparentemente): Diario El Universo.

5 comentarios:

  1. Acaso los libaneses cuando vinieron a instalarse en Guayaquil y vender sus telas y casimires no fueron tambien informales? Acaso no empezaron en los portales de Guayaquil?. Que rapido s ele olvido al tro uando era ternero. Guayaquil es bella pero le falta humanidad. Se parece a esas modelos de pasarella, bellas pero frivolas.

    ResponderEliminar
  2. Primero que todo saludo a todos aquellos que empiecen a leer este blog.
    Al ver esta investigación, sé que hay más personas que se preocupan del porvenir de nuestra ciudad. Me alegra que este sea solo el comienzo, porque sé que van a venir mucho más denuncias, que más que recalcar un problema, es de vital importancia para reformar la sociedad guayaquileña, y velar por aquellos que tal vez la vida o miedos, les impide reclamar por sus derechos.
    Me considero una persona central, por lo cual los argumentos que se presentaran no tienen fin de crear un juicio de valor, quedara en la conciencia de cada quien (pero tal vez en el afán de presentarlos se podrán escapar algunos….:-O)
    El Municipio de Guayaquil, representado por el Alcalde Jaime Nebot Saadí. Hemos nombrado ya a nuestro primer factor, del cual no podemos dejar de recalcar las buenas obras que ha hecho: la restructuración del malecón, los nuevos programas infantiles, desayunos escolares, medicina gratis…etc. Pero así mismo no podemos dejar de lado la violación de la integridad de las personas, refiriéndome a los informales.
    La reformación de las ciudades, es un proyecto magnifico que pretende mejorar la vida de las personas, de la cual díganme QUIEN NO APOYA!!!! Pero lo que hay que hacer entender que en pleno s. XXI no podemos acudir a la violencia, y tratar a las personas como perros (ya que ni estos se lo merecen) Es una cuestión de respeto, por la cual me atrevo a decir, que clase de persona se atreve a reclamar derechos, si el viola el de los demás???? Tal vez es algo que el Alcalde debería de cuestionarse. Las personas no son números, son entes. Seres con derechos, y así mismo deberes.
    La verdad nadie se merece un trato despectivo, y humillante. Esto nos hace con-adictos a una situación, permitiendo así mismo que se crea esta cultura “del quien grita mas fuerte gana” o porque no mejor “él quien pega más duro”.
    ¿Tal vez será que hemos llegado a un profundo materialismo? ¿Que las personas quedaron de lado? ¿Que dejamos de ver al padre, y solo vemos al trabajador? Que más que todo ese ser es un instrumento de voto?
    No sé en qué momento caímos en esta barbaría, pero me alegra que juntos no solo con opiniones sino con acciones también, podamos hacer un cambio. El Alcalde como persona puede fallar, nadie es perfecto, pero esperemos ser escuchado, porque la ley y la justicia son nuestros principales medios de defensa. No es el grito no son los paros. Son los medios es por eso que el poder reside en la constitución, mas no en una persona, esta es nuestra voz.

    MARIA ISABEL VASQUEZ

    vazquez_isabel91@hotmail.com
    0922425525

    No le temo a la verdad...

    ResponderEliminar
  3. Anónimo, de acuerdo con tu punto de vista.
    María Isabel, señalaste muchos puntos importantes. Uno que consideramos crucial: "..dejamos de ver al padre, y solo vemos al trabajador".

    ResponderEliminar
  4. La misma palabra informal ya nos da el caracter de quienes ocupan arbitrariamente los espacios publicos en detrimento de quienes respetamos la ley... la violencia se genera desde el mismo momento en que un ciudadano no puede usar las veredas porque otro que bajo cualquier pretexto la obstruye, y se aumenta la violencia cuando se les solicita que dejen la vereda y no lo aceptan y se alzan en insultos y amenazas, ante esto es que la policia metropolitana aparece como violenta pero son esos mal llamados informales, quienes generan la violencia... por otro lado la palabra informal esta mal utilizada, ya que en realidad son vendedores ilegales, por que actuan fuera de la ley, e irrespentando a la ciudad y a sus habitantes... una acotacion para esa explicacion de ser Guayaquileño, en realidad son Guayaquileños los que habitan en la ciudad, respetan a los demas habitantes, y cumplen con las leyes y las normativas para un mejor vivir, pero quienes invaden, ensucian y causan caos no son ciudadanos de ningun lugar porque solo causan malestar a donde van...

    ResponderEliminar
  5. Charlie, en esta nota estamos denunciando el hecho de que se les imponga una multa (entre $100 y $150) a los comerciantes formales (que tienen un local) porque los "informales" ocupen los lugares que están fuera de su local.

    Es decir si mañana va alguien y se pone fuera de tu local a vender tomates, considerarias justo que para reabrir tu negocio tengas que pagar una multa. Y que de paso, firmes un acta comprometiendote a no dejar a que los comerciantes informales se ubiquen fuera de tu local, porque de ser asi te pueden volver a clausurar.

    Ademas denunciamos el hecho de que se esté enfrentando a los ciudadanos.

    ResponderEliminar